Vicente Aleixandre


(Sevilla, 26 de abril de 1898 - Madrid, 13 de diciembre de 1984)


Hijo de una familia de la burguesía española, su padre era ingeniero de ferrocarriles. Nace en Sevilla en 1898 pero pasa su infancia en Málaga, donde comparte estudios con el futuro escritor Emilio Prados.
Se traslada a Madrid donde cursa estudios de Derecho y Comercio. En 1919 se licencia en Derecho y obtiene el título de intendente mercantil. Ejerce de profesor de Derecho Mercantil desde 1920 a 1922 en la Escuela de Comercio.
En 1917 conoce a Dámaso Alonso en Las Navas del Marqués, lugar donde veraneaba, y este contacto supone el descubrimiento de Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez. Inicia de este modo una profunda pasión por la poesía.
Su salud empieza a quebrantarse en 1922. En 1925 se le declara una nefritis tuberculosa, que termina con la extirpación de un riñón, operación realizada en 1932. Publica sus primeros poemas en la Revista de Occidente en 1926. Establece contacto con Cernuda, Altolaguirre, Alberti y García Lorca.
Después de la Guerra Civil no se exilia, a pesar de sus ideas izquierdistas. Permanece en España y se convierte en uno de los maestros de los jóvenes poetas.
LOS BESOS

No te olvides, temprana, de los besos un día.
De los besos alados que a tu boca llegaron.
Un instante pusieron su plumaje encendido
sobre el puro dibujo que se rinde entreabierto.

Te rozaron los dientes. Tú sentiste su bulto,
en tu boca latiendo su celeste plumaje.
Ah, redondo tu labio palpitaba de dicha.
¿Quién no besa esos pájaros cuando llegan, escapan?

Entreabierta tu boca vi tus dientes blanquísimos.
Ah, los picos delgados entre labios se hunden.
Ah, picaron celestes, mientras dulce sentiste
que tu cuerpo ligero, muy ligero, se erguía.

¡Cuán graciosa, cuán fina, cuán esbelta reinabas!
Luz o pájaros llegan, besos puros, plumajes.
Y oscurecen tu rostro con sus alas calientes,
que te rozan, revuelan, mientras ciega tú brillas.

No lo olvides. Felices, mira, van, ahora escapan.
Mira: vuelan, ascienden, el azul los adopta.
Suben altos, dorados. Van calientes, ardiendo.
Gimen, cantan, esplenden. En el cielo deliran.

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